DUNE
DUNE
Frank Herbert
Uno de los libros más importantes de la ciencia ficción. Y la fama es plenamente merecida. Una obra muy extensa, llena de conceptos que eran nuevos y poderosamente atractivos, sobre todo teniendo en cuenta que en el momento de su publicación, en los albores del movimiento Hippie, la novela cayó en terreno perfectamente abonado; un relato sobre un mesías en una sociedad profundamente mística, en la cual, el uso de las drogas está perfectamente asimilado y es una herramienta útil para llegar a nuevas formas de conocimiento.
Al abordar los primeros capítulos conviene tener la mente fresca porque va a haber un volcado muy importante de información hacia el lector. Por un lado se nos hace referencias a un montón de conceptos complejos en los que solo se entra de refilón. Más adelante serán entendidos y por otro lado una serie de intrigas políticas irán desplegándose. Que aún siendo elaboradas, no tienen una complejidad que desborde la atención del lector.
El hecho de una sociedad en la que las computadoras han sido desterradas, es un acierto pleno, pues justifica cualquier elemento tecnológico aparentemente anacrónico que aparezca en la trama.
Se trata al lector de forma inteligente. Los diálogos entre los personajes tienen enjundia, no son expositivos en demasía. Se entenderán las motivaciones entre líneas. Así mismo las introspecciones de los personajes crean un interés en avanzar en su evolución.
Uno de los aciertos mas notables está en los nombres, tanto de los personajes, como de los conceptos, en los que se atisban resonancias a lenguas existentes; desde raices germánicas, eslavas o incluso semitas. Consiguiendo así no sonar extraño al lector y ahorrándonos los ridículos galimatías tan comunes en otros autores.
En definitiva, una gran novela en todos los sentidos; Sus objetivos son altos y ambiciosos en lo formal, y en lo intelectual, consiguiendo plenamente ambos. Un libro más que recomendable.
Frank Herbert
Uno de los libros más importantes de la ciencia ficción. Y la fama es plenamente merecida. Una obra muy extensa, llena de conceptos que eran nuevos y poderosamente atractivos, sobre todo teniendo en cuenta que en el momento de su publicación, en los albores del movimiento Hippie, la novela cayó en terreno perfectamente abonado; un relato sobre un mesías en una sociedad profundamente mística, en la cual, el uso de las drogas está perfectamente asimilado y es una herramienta útil para llegar a nuevas formas de conocimiento.
Al abordar los primeros capítulos conviene tener la mente fresca porque va a haber un volcado muy importante de información hacia el lector. Por un lado se nos hace referencias a un montón de conceptos complejos en los que solo se entra de refilón. Más adelante serán entendidos y por otro lado una serie de intrigas políticas irán desplegándose. Que aún siendo elaboradas, no tienen una complejidad que desborde la atención del lector.
El hecho de una sociedad en la que las computadoras han sido desterradas, es un acierto pleno, pues justifica cualquier elemento tecnológico aparentemente anacrónico que aparezca en la trama.
Se trata al lector de forma inteligente. Los diálogos entre los personajes tienen enjundia, no son expositivos en demasía. Se entenderán las motivaciones entre líneas. Así mismo las introspecciones de los personajes crean un interés en avanzar en su evolución.
Uno de los aciertos mas notables está en los nombres, tanto de los personajes, como de los conceptos, en los que se atisban resonancias a lenguas existentes; desde raices germánicas, eslavas o incluso semitas. Consiguiendo así no sonar extraño al lector y ahorrándonos los ridículos galimatías tan comunes en otros autores.
En definitiva, una gran novela en todos los sentidos; Sus objetivos son altos y ambiciosos en lo formal, y en lo intelectual, consiguiendo plenamente ambos. Un libro más que recomendable.
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